martes, 16 de septiembre de 2008

Sin Sufrimiento no hay Recompensa!


Las cholitas con sus polleras repolludas, tus trenzas con mostacillas y blusas de encajes, adornan la ciudad.

Los burros se cruzan por la carretera y los niños juegan con los chanchos.






Seguros de que podríamos tomar el tren desde Villazón y cargar la moto, regresamos de la estación con moto y equipaje, mirando el camino de ripio que teníamos por delante.


-Que hacemos?

Como buen paso fronterizo, Pierre pensó en los camioneros.


Fuimos a conversar con un grupo de ellos...



-Cómo está el camino? - preguntamos



-Pos, ahisito no más...cruzan unos ríos por ahí...piedras sueltasss...malo malo! ( nos cuenta un guatonsín bronceado de brazo Izquierdo y con la sudadera marcada).



-No, no no! esa moto pasa demás, bueno, bueno el camino, vayan vayan!(nos cuenta otro Argentino que lleva cebada a un pueblo vecino).


-Mmmno se...por allá puede ser, un poco por acá oyos, hasta Tupiza puede ser.(nos dice un Boliviano que le faltan todos los dientes del frente).


Shita que hacemos!


Probar no más! Hasta Tupiza al menos!


Asiesque tomamos la moto y nos encaminamos a la aventurilla.




Tacatacatac! saltos, oyos, piedras, polvo, ovejas, burros, cabras, camiones a mil y polvo, polvo, polvo y más polvo.
Ayayaisito!, trasten!,saltitos, tiquitic, tacatac!



Más saltitos! , oyo, piedras sueltas, las mochilas que se caen, sed, olor a polvo…




Al fin! Lo logramos! Llegamos a Tupiza!



Como empolvados llegamos y disfrutamos por un par de días de esta grata y linda ciudad.



Alguien hizo alusión al nombre con la pizza y resultado: sólo restaurantes de Pizza!
Pero están buenísimas!


Además después de tanta aventura, bajón de hambre.


Y bueno, luego de la reposición de energías a retomar el viaje! (Nuestro destino es Sucre).


Por lo tanto, rehaciendo maletas nuevamente, llenar el estanque, un litro de agua y adiós Tupiza!


Ripio nuevamente! Otra vez, tacatac, tacatacatac, burros, cabras, campesinos, polvo y más polvo, ojos secos, boca seca, tacatac, ripio, piedras, piedrotas, piedritas.



A medio camino topamos con un pueblito, lleno de lomos de toro invisibles! Y cataplúm!
Tanque de aceite roto!


Aquí nos quedamos… que hacemos?...20 casas a la redonda…



Pero …pero…no contábamos con don Jorge, gran mecánico!


El mecánico del pueblo, estudioso, sacó su titulo en Argentina y junto a su señora han puesto una pequeña posada caminera .


Comemos un pollo reponedor, mientras don Jorge analiza la moto.



Luego de un par de horas, trabajo listo y eficiente!


Ha parchado la moto y nos ha salvado de la desgracia.


Para añadir suerte, el padre Orlando Peña, oriundo de Colombia nos santifica la moto!!, así porsiacasito un poquito de agua bendita no le hace mal a nadie.


Así es que con moto santificada y parche de primera seguimos viaje en dirección a Potosí.
Sigue el ripio, hoyos, saltitos y el cansancio nos inunda, comemos polvo y más polvo!

Uff cuándo terminará este ripio! (un campesino que arrea sus burros nos dice que falta poco para el asfalto…).


Pero seguimos con las piedresitas que saltan alrededor de nuestros zapatos y mueven las ruedas de un lado a otro, seguimos saltando y comiendo polvo por un rato…

Por fin encontramos el asfalto!

De pronto vislumbro unos rayos a lo lejos, uff tormenta eléctrica!



Lluvia y mucho frío! Estamos a mucha altura!


Esta sí que ha sido aventura!, las manos congeladas, mojados hasta el calcetín y aún sin llegar a Potosí…

Pero por lo visto falta poco, estamos en altura…

¡A unos kilómetros encontramos el camino a la ciudad! ¡Qué alegría!

Al fondo ya podemos ver la enorme montaña de plata, de esta ciudad pobre y ya carente de mineral.


Sus calles desbordantes de historia, dejan ver a una ciudad que disfrutó de riqueza y hoy se ve socavada por el imperialismo de las grandes potencias del consumo.


Construcciones ricas por su arquitectura, trabajos en madera en sus balcones, posadas que en alguna época fueron de ricos, hoy ofrecen trigo mote y un par de chuletas de cerdo delgado.


Potosí, como muchas otras ciudades de Bolivia, conserva su cascarón.



Se vive en el siglo antepasado, sus mineros trabajan con cincel y martillo, como para lograr la anestesia del trabajo y conformarse con los 15 bolivianos por día.



Sólo una bola de coca en la boca aminora su sufrimiento, la fuerza de la costumbre y la poca visión de mundo que se encargan de no mostrarles los grandes señores gringos que dominan la ex gran montaña de plata, hacen que su trabajo sea visto por ellos como un destino fatal, como el de sufrir en vida las desgracias del infierno .


Un país con tanta riqueza histórica, arquitectónica, de materias primas, inundado en la pobreza.

Se han aprovechado de su nobleza, le han chupado su mineral y le han matado a su gente.



¿Acaso les llegará su recompensa?






Esperemos que al menos los mandatarios Sud Americanos hayan resuelto alguna red de colaboración más concreta y Bachelet se haya pronunciado en la UNASUR.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Sucre












La ciudad constitucional de Bolivia, rica por su historia y su arquitectura colonial.
Aquí pasan cosas y la Bolivia está candente.



Colas de cholitas campesinas que esperan sus 200 bolivianos mensuales.
Pensión que fijó Evo gracias a la nacionalización del gas.


La clase media se queja de que es muy poco, en su defensa explica que para el campesinado son 3 corderos al mes.




El campesinado parece conforme con su gestión, Evo Sí, dicen los carteles de plebiscito pegados en los negocios y el mercado de frutas y verduras.




El carnaval inunda la ciudad, colas para rezarle, agradecerle y pedirle a la Virgen de Guadalupe, la más dorada que he visto.



Se respiran aires de bailes y festejos.



A pesar de la pobreza hay dinero para la fiesta.




Fuegos artificiales y petardos se ven y escuchan frente a su catedral imponente.
Carros alegóricos llenos de mantos altiplánicos, peluches kitch, santitos, como un gran pastel de boda gitana.



La calle se convierte en una fiesta y todos estrenan sus brillantes trajes típicos.




Paseamos con Mat y Noe por las calles.



¡Que rico encontrarse con amigos! ¡¡Una explosión de información entre nosotros!!
¡Somos seres sociales! ¡Oh Si!




En cada esquina una cholita campesina con uno o dos niños, sin baño probablemente por semanas, refugiados en alguna escalinata de estos imponentes edificios coloniales, estiran sus manos para pedirnos una moneda, acostumbrados a ver dinero en el turista, miran con cara de misericordia, notablemente bien estudiada.



Caminamos por la calle de nuestro hospedaje, Mat le hace una gracia a un perro putifrunci que aparece de pronto.




El perro le ladra y le salta! Por detrás aparece una mujer estilo monja frustrada, de collares de perlas y vestidos pastel hasta el tobillo.



-El perro está protegido por nuestra sociedad! ¡Que le hace! ¡No ve que es indefenso!



Plop!



El perro levanta el trasten, como sabiendo de su protección y nos muestra un cartelito colgado en su cuello.
Pienso, perros protegidos y niños durmiendo en las calles.



Pareciera que las viejas frígidas se entienden mejor con los animales.



¿Pero acaso no ven a estos niños con más pulgas que su lanudo?



¿O es un paisaje tan cotidiano que ya no hay compasión?
Hemos perdido la capacidad de asombro y creo que es este el peor crimen de nuestra sociedad.




“La piedad pública que considera que los verdaderos culpables no son los que desencadenan las guerra s (pues eran víctimas de ayer y quizás sean las de mañana) sino aquellos a los que no les conmueve la visión de un campo en ruinas y de un niño con los ojos llenos de moscas “
Danielle Sallenave, La Coartada de la compasión, Le Mond Diplomatique, Boliviano.




La clase alta de Sucre y Santa Cruz no aprueba la renta Dignidad fijada por Evo, que de paso
aumentará por el Impuesto Especial de los Hidrocarburos, quieren ser independientes, el Ministerio de Hacienda, publica boletines especiales en todos los periódicos locales, para demostrar cifras y aumentos en el ingreso per capita y la lucha contra la descentralización.



La campaña de Evo es fuerte y en un país en dónde el 70% de su población tiene raíz indígena, difícilmente se logrará nuevamente una dominación de la aristocracia, la cultura indígena ya está conciente de sus derechos.



Doña Ana habla de una posible Guerra Civil, yo pienso que se respiran más aires de fiesta que de confrontaciones…



Al menos hoy hay preocupación por los que pasan hambre.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Purmamarca



Por lo menos no me nutro con las mismas formas que los turistas y me extraña ver en los mapas de propaganda de Jujuy, por ejemplo: el Altar de la Patria, la catedral donde se bendijo la enseña patria, la joya del púlpito y la milagrosa virgencita de Río Blanco y Pompeya... No, no se conoce así un pueblo, una forma y una interpretación de la vida, aquello es la lujosa cubierta, pero su alma está reflejada en los enfermos de los hospitales, los asilados en la comisaría o el peatón ansioso con quien se intima, mientras el Río Grande muestra su crecido cauce turbulento por debajo.

Che Guevara.


Queremos sacarle una foto a Verónica, sonríe con vergüenza y nos dice:

-Sólo aquí dentro, mi novio no me deja salir.


Es triste, pienso, ni ella se da cuenta de la injusticia que está aceptando.


Luego me subo a un bus con destino a Jujuy, dos mujeres conversan sobre sus familias, hablan de los hijos que tienen y de la nieta que desea una.


Le dice una a la otra:

-Yo lo único que quiero es que sea niñita, para que ayude un poquito.

Enumeran a los hijos, Juan, Gabriela, Ana, Mateo, Samuel, todos nombres bíblicos, muchos pienso, les veo las caras, no deben tener más de 30 años.


Aquí ir a misa es fundamental, pasean a la virgensita todos los días durante el mes de Agosto por Purmamarca

( es el mes de la Virgen del pueblo y de la Pachamama).



Están todos evangelizados ohh si! Todos se sienten iguales al ser hijos de Dios!


Y claro si después de 11 intentos de conquista española en la Quebrada, los únicos que lograron cambiarles costumbres y conquistarlos al fin y al cabo fueron los jesuitas.


Estoy un poco enojada, mujeres en casa, cuidando niños, hombres festejando por las calles.


Realmente no deja de estar mal hecho el mundo!


Verónica se ríe de mi aventura, no entiende que ande viajando en moto y con un chico que no es mi novio.


Me dice: -Yo no podría subirme a esa moto! Que susto!


Luego voy a dar unas vueltas por la plaza, me encuentro con un grupo de niños jugando a la pelota, el más pequeño está sentado en la cuneta y abraza un chivito de unos meses.


Me siento a su lado le converso un poquito y a los minutos ya lo tengo apoyado a mi regazo.


Llega un segundo niño con una bandeja llena de mercancía que debe vender durante el día, no tiene más de 5 años.


Le pregunto un poquito y ya lo tego sentado a mi otro lado.


-Estoy cansado, no he vendido nada aún.


Le compro un prendedor altiplánico para colaborarle un poquito.


Sus ojos están cansados y me miran con nostalgia y admiración, como sabiendo que mi mundo está mejor hecho que el suyo.



Miro el cerro de 7 colores y suspiro.


Al menos viven en un lindo pueblo pienso.


Les falta cariño a estos chicos y claro si ya con 5 años son libres para estar un tanto lejos de casa, porque la madre debe estar estresada amamantando a los más pequeños.


Nada que hacer, pienso.


El refugio de la artesanía es lo que le queda a la mujer, posiblemente son las que sostienen el hogar.


Hoy hay más dinero en sus productos que en el trabajo que pueden hacer sus esposos, pero son pocos los que aceptan que sus mujeres trabajen.


Pero esto es un circulo vicioso, los niños en la calle, indolentes con los años, las mujeres en la casa con los quehaceres de hijos y hermanos.


Luego los chicos crecen, se casan por la iglesia, procrean, procrean y labor hecha!


Mientras tanto los turistas sacan fotos del niñito con su cabrita, le dan un dulce y se van a su hotel 5 estrellas.


Como quisiera que todos tuvieran unos ojos y un corazón más grande.


Estoy un poco triste... y aún nos falta tanto por ver… Uff!




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